DIARIO DE RUTA PARA BUSCADORES DE PROPÓSITO

CATACLISMO

En octubre de 2020, por orden de un juez, tuve que pasar 7 días en prisión. Vinieron a mi casa a las 4 am, revisaron habitaciones, cajones y cuadernos y luego, me tuve que ir con ellos.

Me despedí de mi Jessica encargándole a mis hijos y a mis gatos. No lo sabía entonces, pero la vida que tenía antes de ese día, había terminado.

Me tocó la celda número 11.

Allí en la cárcel, entiendes con todo el cuerpo lo que significa perder la libertad de moverte y aprendes lo que es libertad en la mente. Aprendes la valía del decir que NO en su debido momento en los largos momentos de fantasear en lo que harías si tuvieras una máquina del tiempo. Agradeces por tu familia de sangre y por tus amigas y amigos (algunos de los cuales son tu familia del corazón).

Reaprendes a leer libros físicos, a mirar el cielo, que no necesitas comer tanto, a apreciar el agua y un baño limpio.

Comprendes que en tu ausencia la vida sigue, tus hijos y tus gatos estarán cuidados, que tus padres ya son adultos y procesarán como puedan y que parar de correr (corres porque tienes miles de cosas que hacer), es posible.

La cárcel te da esa experiencia de entretiempo, es un paréntesis, una dimensión aparte, una isla con náufragos. Estás en medio de una porción entre episodios de la vida «real» existe entre momentos como el espacio que divide estas palabras.

Los cataclismos de tu vida pueden llevarte a grandes descubrimientos que te llevan más allá de la idea que te hiciste de quién eres. La tristeza honda, la que piensas que te paraliza, en realidad te mueve porque no quieres estar allí, tampoco en tu ira, ni en la incertidumbre, ni en desorden mental, ni en el duelo perpetuo. No quieres tu CAOS.

Entonces vas dando pasos y terminas preguntándote y buscando respuestas a porqué haces lo que haces, porqué tienes miedo de ser diferente, porqué te da vergüenza cobrar a quienes te deben, porqué puedes vender cosas de otros pero no cosas tuyas, porqué no sales de una relación que te hiere, porqué te hablas feo, porque sigues extrañando tanto a quien se fue ¿¿¿porqué, porqué, porqué???